jueves, 15 de octubre de 2009

¿ TIENE VENTAJAS SER ANACORETA?


Últimamente, los medios de comunicación intentan darnos el día desde el primer café que tomamos.
Me explico; cómo mujer, me siento indignada por las referencias que quieren trasmitirnos los diseñadores que, haciendo gala de la ropa prêt – à – porte ( lista para llevar)se lucran-Además de ver como las modistas de barrio que ejercían bien su oficio, van desapareciendo poco a poco.Ellas sabían nuestros gustos personales e incluso nos disimulaban aquel defecto casi secreto con su buen hacer-Y, por si fuera poco ésto, explotan las anatomías de las chicas modelos que, muchas veces se sienten ultrajadas al no dar la talla para exponer los diseños, sintiéndose aquéllos, los reyes de la pasarela y ellas, las vasallas, aceptando las consignas andróginas y, llegando incluso a consentir, peligrar su salud. Y, lo siento así, desde mi condición femenina porque pretenden humillarnos tratando de buscar lo bello muchas veces en lo macabro. Por eso, desde aquí, me alegro de que Filippa Hamilton, haya dado la cara denunciando la falacia que aún impera a pesar de, hacernos ver que, no era fatible la talla por debajo de la 38 porque ponían en peligro la vida de muchas adolescentes. Y, sin olvidarnos de que, muchas madres viven autéticos calvarios con sus hijas haciéndoles ver que lo bello y lo auténtico está en el interior de cada uno de nosotros, y que el éxito, no se adquiere desde esos modelos impuestos y al servicio de carteras abultadas dejando a un lado, el decálogo de la buena salud.
Y, por si fuera poco, nos alegran la vida con un artículo titulado “ El azúcar blanco es el veneno más dulce” desmitificando así , las cualidades saludables del azúcar . Nos cuentan además que, no sólo se almacenan los excesos en los lugares del cuerpo poco activos si no también, en los órganos vitales más activos relentizando así, la actividad de éstos, haciendo que la tensión arterial se haga anormal…Pero, aquí no acaban las contraindicaciones que tenemos los que somos un poco golosos resulta que, se produce hiperglucemia, se reducen los minerales y por lo tanto las enzimas dejan de ser efectivas y, como consecuencia se incrementan los radicales libres reduciéndose a su vez la disponibilidad del oxígeno dando lugar a mutaciones celulares . Y, todo ésto para decirnos que es mucho mejor consumir azúcar de caña y en pequeñas dosis… Y yo me pregunto ¿ Tiene ventajas hacerse anacoreta?... Porque cuando no es el pollo, es la carne y cuando no el chocolate… y entre tanto a esperar la noticia del siguiente embuste…y así acallan males peores….

jueves, 1 de octubre de 2009

DE NUEVO FRANCIA

Esta es la entrada a Turenne, donde tomamos la limonada
Y esto sigue siendo Turenne estas casa aunque os parezca mentira estaban habitadas.

Este es el pueblo de Collanges , nos llamaba la atención ver en un pueblo tan pequeño con estas construcciones suponíamos que le servían para dominar el lugar.


Estos son los puntos de vigía al lado de las pequeñas casas.

Este es el pueblo de Beaulieu - sur Dordogne, como podéis ver un lugar idílico .

Martel un pueblo medieval y defensivo en otros tiempos


Esto sigue siendo Martel, un pueblo muy pequeño pero con unas construcciones impresionantes que en la fotografía no se pueden apreciar ...


Este es el hotel muy cerca de Sarlat

Sigue siendo el hotel de La Hoirie donde se podía tomar un refresco o incluso cenar, nosotros no pudimos porque un día llovió y al otro cenamos en Sarlat.

Este es el pueblo de Montignac cerca del río es la reconstrucción de un viejo molino.


Y esta es otra parte de Montignac, cerca del río .

Me da la sensación de que este atardecer gris y lento, me ayuda a recordar con cierta melancolía mi último viaje al Perigord y, lo hago, con la esperanza de poder volver a esa magnífica región a la que tanto admiro y respeto por saber preservar el encanto de sus pueblos y, darlos a conocer desde la perspectiva de su historia.
Recordar el esplendor exuberante que los campos tenían a finales de mayo, se me hace cuando menos difícil pero, estoy segura de que ahora, el otoño, les dará también un encanto especial tornándose de color ocre. Como especial tiene que ser, degustar ese sabrosísimo “foie gras” que cuando hace calor, cuesta apreciar un poco más la suavidad en el paladar, y también,el confit de carnard sin olvidarme de la cantidad de excelentes quesos y ¡qué voy a decir de los exquisitos postres de chocolate ¡….Pero no, no quiero entretenerme en su gastronomía que muchos de vosotros conocéis.
Llegar a Montignac un domingo y a las cuatro de la tarde, hace que el pueblo esté sosegado y tranquilo porque, el fuerte calor sólo era resistible para el viajero porque sabe que, el tiempo es su bien preciado. Y, como siempre, decidimos perdernos por sus callejuelas estrechas y empedradas observando multitud de rincones. El casco antiguo, muy conservado y la morfología de las fachadas nos invita a retrotraernos a la época medieval sin olvidarnos de que fue construido como lugar defensivo al otro lado del río. El cielo se oscurece y amenaza de nuevo tormenta así que, decidimos volver cerca de Sarlat porque muy cerca estaba La Hoirie, el hotel donde pernoctamos dos noches. Si el château de Roques en Puysseguin nos gustó, el de La Hoirie era casi como estar en casa … No sólo, por el lugar donde estaba situado, si no también por el buen hacer de los dueños que, han sabido guardar el encanto del lugar y, preservar la estructura del edificio hasta el último detalle; incluso, hasta la decoración para que, el viajero pueda olvidar la frialdad de sentirse fuera de su entorno y, no me cabe duda de que lo consiguieron.
Al día siguiente después de desayunar, nos vamos a Martel, otro pueblo medieval con grandes edificios blasonados . Decidimos buscar la oficina de turismo pero, estaba cerrada, porque nuestro empeño, era saber la historia del lugar después de admirar aquellas impresionantes construcciones en un pueblo tan pequeño .
Seguimos nuestra ruta marcada hacia Beaulieu- sur – Dordagne. Si traducimos el nombre sería Bello lugar sobre el Dordogne y la verdad es que su nombre, le hace justicia porque a pesar de que, el centro estaba un poco abandonado, el lugar, guardaba el embrujo de los pueblos medievales franceses. Allí comimos “ lapin” una especie de conejo guisado con setas que estaba sabrosísimo. Nos llama la atención, la presentación en un frasco de cristal metido en una cesta y a su vez ésta, atada con un paño de cuadros rojos para que no enfriara cosa que, era prácticamente imposible por el fuerte calor que hacía.
Desde allí, continuamos a Collonges – la –Rouge. Un pueblecito situado en una ladera y, de construcción muy distinta a la que estábamos acostumbrados a ver hasta entonces. Las fachadas de las casas eran de piedra, color ladrillo viejo y de escasa altura excepto las casas nobles y los puntos de vigía. Después de recorrer sus calles, me daba la impresión de haber estado metida en un cuento del que me daba pena salir.
De Collonges nos vamos a Turenne, otro pueblo defensivo ubicado en un alto y al amparo de un castillo en reconstrucción. El lugar, muy distinto al anterior pero también, perfectamente conservado y, con el carácter que imprimen los tejados empinados aprovechados al máximo por el hueco que dejan en su interior y, que el pueblo francés, sabe muy bien darle utilidad.
He de reseñar que, todos los pueblos visitados, guardan la armonía y la personalidad sin alterar para nada, el carácter de la construcción de las viviendas hecho que les honra y les imprime carácter.