Querido diciembre:
Te han asignado ser el último mes del año y cómo tal, siempre te manifiestas cauteloso y prudente y ¿ sabes por qué ? por temor a que te reprochemos todas las cosas no oportunas que nos han sucedido a lo largo del año que está a punto de concluir. Por eso, quiero que sepas que ,gracias a tu prudencia, podemos abrir la puerta a un nuevo ciclo que intuimos mejor porque es el futuro y a él, nos entregamos con los brazos abiertos tu última noche. Sí, a esa noche que nos parece mágica y envolvente, donde anidan las ilusiones venideras que deseamos ver cumplidas a lo largo de esos 365 días y que tú, y sólo tú, les das el toque de salida.
Las esperamos con júbilo, con entusiasmo, con ánimos renovados por eso, no tienes que sentirte culpable… Tú, eres nuestro fin y nuestro principio, nuestro pretérito y nuestro futuro. Además, gracias a tus 31 días vamos desgranando poco a poco lo que hicimos bien y mal….Lo que pudo ser y no fue… Lo que aceptamos, lo que consentimos y toleramos, lo que perdonamos y nos quedó por perdonar…
Gracias a tus días querido diciembre todos, absolutamente todos, deseamos que haya un mundo mejor, más justo, más equitativo y más solidario a la vez que, reprochamos las injusticias que se cometen con los más indefensos por no decir débiles porque no lo son….Solidaridad que hacemos extensiva a todos los meses del nuevo año y que, está a punto de llegar porque todos, absolutamente todos creemos que es posible un mundo mejor. Y, por si fuera poco lo que te debemos tú, haces posible que cerremos un capítulo más de nuestras vidas a la vez que, abrimos otro en blanco sabedores que, gracias a ti, el pretérito quedó escrito y el futuro está por escribir.
Aprovecho la ocasión para desear, a todos los que me habéis seguido y me habéis dejado vuestro apoyo, unos días entrañables al lado de todos vuestros seres queridos a vosotros muchas gracias Y ¡FELIZ NAVIDAD!
