lunes, 30 de marzo de 2009

AQUELLAS VACACIONES DE SEMANA SANTA...


Desde hace unas semanas, escucho el redoblar acompasado de los tambores y, sin lugar a dudas, ese repiqueo anuncia la llegada de la semana santa pero, sin querer, mis recuerdos se agolpan y me retrotraen imágines polvorientas y queridas de mis años de colegiala interna en las Dominicas.
Hace años que se terminaron los internados pero, por entonces, era la única alternativa que teníamos los que vivíamos en los pueblos de seguir cursando el bachillerato superior y C.O.U.
¡Cuántas horas y días se fueron marchitando en aquel colegio! ¡Cuántas ilusiones fuimos fraguando en aquel patio para cuando llegaran las vacaciones! Sabíamos que las de semana santa eran cortas pero, ¡ no importaba! porque el bien preciado por entonces, era la libertad. Recuerdo, que en mi fin de semana, tenía una libreta y en ella, iba tachando cada día que pasaba y, cada cruz era un trofeo conseguido en aquel lugar que, si al principio me fue hostil hoy, puedo aseverar que en él aprendí y forjé mucho de lo que hoy soy.
Cuando cursábamos 5º y6º de bachillerato, empezaba a mostrarse en nosotras los primeros síntomas de persuasión por la mirada ingenua aún, de aquel chico que, también se marchaba de vacaciones y, que casi siempre lo encontrábamos en la estación… porque él también estaba interno. Confieso, que aquel tren lento y de vía estrecha era para nosotras el lugar donde dejábamos volar nuestra imaginación entrecruzando miradas robadas y fugitivas a la vez….
Fue en el tren, donde nos despertamos a la vida adulta y alcanzamos la mayoría de edad…. En él, nos dijeron las primeras frases tiernas e ingenuas de que, ¡ojalá ¡ el tren se parase…¿Nos bajamos aquí, y esperamos el siguiente…?. En aquel tren soportamos estoicamente los amores platónicos y la verdadera amistad. Ahora, y con el paso del tiempo, me doy cuenta de que aquel medio público sirvió de base para fraguar muchas historias…
Y, al llegar a casa, después de un trimestre a veces largo e interminable, casi siempre, olía a esos sabrosísimos postres que nuestras abuelas y madres nos preparaban como símbolo de bienvenida. Las vacaciones de semana santa, eran el preludio del fin de curso que estaba a la vuelta de la esquina. No podíamos fallar, ni menos, dejarnos arrastrar por las fantasías vividas. Disfrutábamos de las vacaciones sin olvidar la tarea recomendada porque, el esfuerzo de nuestros padres, no podía ser menospreciado y, la vuelta al colegio suponía volver a la realidad después de unos días tan entrañables como deseados.

lunes, 23 de marzo de 2009

NO PUEDES ESTAR TAN VIEJO COMO PRETENDEN


Hoy, quiero expresarte lo mucho que te he echado de menos todos estos días que tú, has estado ausente. Hasta entonces, no me había dado cuenta de lo mucho que significas para mí…Y eso, que tan sólo llevamos casi 6 años de relación y, ya ves, te añoro, te necesito… Esta necesidad, se ha hecho profunda con el paso del tiempo pero, ¿ te acuerdas cuando nos presentaron que yo era reacia a que me hablaran de tus fantásticas prestaciones?.... Por entonces, estaba acostumbrada a mi procesador de textos y, para mí no había otro igual, mis ojos sólo veían por él, tenía las ventajas que mi vieja máquina mecánica no podía darme… Guardar textos y, con esto me era suficiente. Si te digo la verdad; a primera vista, no me sorprendiste porque eras, lo que en tu carta de presentación se anunciaba, un clon. Ignoraba todo lo que yo podía hacer contigo. No sé si te acordarás pero, nuestro idilio, empezó cuando después de mucha resistencia por mi parte, decidimos poner internet. Desde entonces, nos hicimos tan amigos como inseparables uno del otro y así duramos varios años….Hasta que, el año pasado empezaste a fallar y desde entonces, esto ha sido un verdadero peregrinar hacia el técnico y, lo que es peor, ahora te dice que ya estás viejo que te falla la memoria…. Que necesitas otra…y después ¿cuál será el pero…? Pero dime; Tú, ¿te encuentras viejo? ¿ No te acuerdas de nada?... Respóndeme cuando quieras y, tómate tu tiempo pero, no me defraudes.

domingo, 8 de marzo de 2009

UNA PAGINA MAS DE MI VIDA


Un año más, hoy, me toca pasar una página de mi vida y, encontrarme con otra en blanco pero, ¡no importa! Porque gracias a los días, a los meses, y a los años poco a poco voy conformando el libro de mi vida. En él, fui anotando mis vivencias, mis experiencias diarias, mis alegrías y avatares, mis contradicciones que a veces no son pocas, mis ganas de cambiar las situaciones injustas que suceden y, lo hago, con el mismo ímpetu que lo hacía en mi juventud pero, los años me fueron enseñando que, aunque analice las causas, las circunstancias no puedo cambiarlas porque a mí no me compete tan sólo soy un granito de arena en un inmenso desierto y, por mucho que grite en silencio, nadie me va oír en un mundo, donde los valores ya no tienen prestigio e incluso, resultan molestos.
Cada hoja que fui pasando, fui aprendiendo a ser más transigente porque lo que antes era más valioso ahora, ya no lo considero primordial. Me dí cuenta que las prioridades se manifiestan diferentes a lo largo de la vida y, según pasan los años las voy haciendo mías, en cada situación y circunstancia.
También me he dado cuenta de que, las vivencias difíciles me han dado el poso de la madurez que, he tenido que asimilarlas para llegar a convencerme de que la realidad es incomprensible a veces e, injusta otras, pero está ahí, y no puedo escapar de ella.
He aprendido a respetar las opiniones de los demás aunque no las comparta porque, cada uno de nosotros somos tan distintos como diferentes.
Con el paso del tiempo, se me ha afianzado las ansias de vivir el día a día con entusiasmo e incluso, he buscado en las cosas sencillas, el valor y la intensidad que tienen para sacarle a la vida todo el jugo que antes me pasaba desapercibido…Por eso, no voy a pedir que me sucedan grandes cosas. Tan sólo quiero vivir con la misma ilusión e intensidad que lo hice hasta entonces pero, si no es mucho, en un mundo más ecuánime y más justo para todos.