
Querido Vicente:
Sé, que nunca podrás leer lo mucho que todos los que te admiramos, vamos a decir de ti, porque hoy, es un día muy triste para todos nosotros. ¿ Por qué?, te preguntarás con la humildad que siempre te ha caracterizado y, cada uno de nosotros, te responderemos con el corazón en un puño; por tu triste despedida. Te has ido en silencio, como a tí te gustaba hacerlo pero hoy, todos los que te han conocido lloran tu ausencia; ausencia física Vicente, porque, la huella que tú has dejado jamás se podrá borrar por mucho que se empeñen los que piensan que los valores en pos de los más necesitados estan lejos o les pertenece a otros compartirlos... ¡Qué lejos has vivido querido Vicente de la opulencia, de los que compran hombres como si fueran mercancías …¡¡ Qué lejos estaba el horizonte que tú, te habías marcado para tu vida, de los países opulentos, donde el despilfarro es síntoma de vivir bien…!
Tú mismo, has escrito un precioso libro que has titulado “ El encuentro con la realidad”. Sí, Vicente, con la realidad, porque la realidad también es denunciar la miseria y ayudar a erradicarla y, tú; con tu entrega, con tu lealtad y generosidad lo has hecho a lo largo de tu vida.
Intentaste estudiar derecho porque entonces, ya buscabas la justicia pero, querido Vicente, no te hizo falta porque tú mismo, ya habías nacido para impartirla con tu altruismo y, te has llevado el premio al alumno más aventajado intentando llevarla a quienes el albur se la había negado. Has sacado cum laude sin falta de que el tribunal te lo haya otorgado porque tú, querido Vicente, en Anantapur, en uno de los lugares más pobres de la India, has levantado junto a tu esposa La Fundacción Vicente Ferrer y, desde ella, has repartido ayuda a quienes carecían de ella y sin tí, habrían vivido en la más absoluta de las miserias el resto de sus vidas y eso, ya avala el mejor de los honores en pos de ella .
Estoy segura Vicente que, desde lo más alto del lugar eterno, vigilarás y reconfortarás como tú, sólo sabes hacerlo, a mi paisano el Padre Angel para que, la estela que tú has dejado no se borre nunca.
Sé, que en tu ánimo, no está que estemos tristes , pero créeme Vicente, todos absolutamente todos, te echaremos de menos porque hombres buenos como tú, nos hacéis falta y, todos los que te han conocido hoy, llorarán tu ausencia. Hasta siempre amigo.