jueves, 17 de septiembre de 2009

ESPERARÉ A QUE VUELVAS DE NUEVO


Querido septiembre:
Este verano, he tenido la suerte de poder prolongar los siete primeros días de tu vida, en contacto con la naturaleza y no sabes ¡cómo me ha reconfortado!.... He podido dar algun paseo por el campo, a pesar de mi tendinitis y tú, me ayudaste a refugiarme en esa atmósfera diáfana que se respira cerca del mar y, viendo que todo declina lentamente anunciando la llegada del otoño.
He podido apreciar, ese cambio de color que se avecina tan característico, y que tú, sabes regalar a tus atardeceres y, ¡qué es tan peculiar en el norte!. Tus cielos, adquieren una luz especial cuando los cúmulos grisáceos se entremezclan con la tenue luz del sol dándole a los árboles una tonalidad especial al resto del año…. Sigo caminando, y una suave brisa acrecienta el olor a mar cuando éste, se va despertando lentamente del sopor estival.
Y, cuando tú llegas, me gusta ver la playa casi solitaria, pisar la arena mojada dejando que mis huellas puedan ser acariciadas por las suaves olas… Y allí, a lo lejos, en la roca del caballo ver las gaviotas como revolotean ajenas, a que tú, les invites al nuevo juego del otoño. ¡Qué sensación de paz se adquiere con tu llegada querido septiembre!.
No sé si te conté que, junto a mayo tú, eres uno de los más apreciados por mí. Él, entona la explosión y el júbilo de los campos y en cambio tú, los emborrachas de melancolía, de calma, de sosiego… Si él representa la vida; tú, te esfuerzas aún más, nos dejas ver la realidad tal y como es. Nos avisas de que todo tiene un ciclo vital y cómo tal, tiene que terminar. ¡Qué distinto uno del otro y sin embargo, tan complementarios y necesarios a la vez!…. No te extrañes si te digo que tú, representas para mi el principio. Si, el principio a la vida cuando me diste la mano para pasar de la infancia a la pubertad qué no fue fácil... Contigo he disfrutado estrenando mis lápices de colores y mis botas para los días de lluvia…y, cómo no, de aquellos primeros chocolates calentitos, de las primeras mermeladas de manzanas y de higos. Y, también recuerdo con gratitud las primeras regañinas cuando venía la colchonera a poner mullida la lana de los colchones y yo, esperaba paciente a que nadie me viera para zambullirme en aquella especie de algodón pero, por razones obvias era descubierta…
Y ahora, con el paso del tiempo, espero; a que tú llegues para entregarme mi caja de Pandora de donde voy sacando cada fin de verano mis recuerdos a la espera de que vuelvas de nuevo.

12 comentarios:

Abuela Ciber dijo...

Al igual que tú me agradan los otoños y primaveras.
Serán porque comienzan algo????

Lo que compartes es dulcemente leído por la forma tan hermosa como lo descibes.

Recibe mi afecto.

Cecy dijo...

Y que suerte, siempre vuelve para acariciarnos otra vez.

Un abrazo.

AleMamá dijo...

Los cambios de estación cierran un ciclo que ya nos cansaba y dejan paso a la esperanza nueva.

MAJECARMU dijo...

Angela.. qué delicia pasear contigo viendo llegar el otoño.. Me gusta porque efectivamente guarda una calma,un equilibrio..está en medio entre el verano y el invierno y tiene matices de todas las estaciones..
..Septiembre.. es la toma de concienca.. el renacer del espíritu.. ya que hacemos balance de la época estival para comenzar otro curso..Ordenamos los muebles y los rincones del alma..

Mi enhorabuena Angela por esa suavidad exquisita con que se deslizan tus letras..

Un abrazo y buen comienzo de curso..!!
M.Jesús

Laura dijo...

Tienen mucho encanto este mes, aunque es tan melancólico...

Un saludo

YOLA dijo...

Hola Angela, gracias por pasar por mi blog y darme aliento. Me encantarìa que me visites seguido, yo harè lo mismo.
Un fuerte abrazo y hermosas palabras.

manu dijo...

lo has dicho todo ángela, describiste muy bien las sensaciones que produce el mes que avecina al otoño. aquí en argentina es al revés, pero la sensación es la misma....y eso es lo importante, más allá de donde una viva, las sensaciones se estrechan de una manera tal, que la distancia termina siendo algo meramente secundario.

me alegro que te guste este mes, no todos se dan cuenta de lo lindo que es.

un beso
atte. manu

Noemi Risco Mateo dijo...

El otoño es mi estación preferida desde hace ya unos cuantos años :-) En Asturias debe de ser precioso.
Saludos,
Tanakil.

tia elsa dijo...

Querida amiga: que bueno que estes paseando y mejor de tu tendonitis. Es verdad que cada estación tiene su propio encanto, disfruta esta mientras sacás tus recuerdos. Besos tia Elsa.

Anónimo dijo...

Volverá, abraza ahora lo que comienza.
Besitos de miel.

Fernando Manero dijo...

Te gustan, como a mi, los meses que enlazan los solsticios, los meses que marcan con calma el tránsito al cambio de tiempo y en los que la vida se expande o se manifiesta, madura, en todo su esplendor. Te gusta el cromatismo exultante y vívido que nos aproxima a lo mejor y más sutil de la naturaleza, de esos momentos en los que el aire se tamiza en medio de las tramas que forman un manto vegetal henchido de matices. Todo eso te gusta, como me gusta a mi. Un abrazo

Tawaki dijo...

Supongo que llegará un día en el que podré ver septiembre de la misma forma que tú.

De momento, aquí en Madrid, lejos del mar, y con todos los jefes de vuelta de las vacaciones, mi visión es un poco menos idílica.

Disfruta!!