viernes, 22 de febrero de 2008

POR ELLAS,


Antes de que llegue el día 8 de marzo quiero desde esta humilde cuartilla rendir mi tributo de admiración a todas aquellas mujeres que nos han precedido, y ahora, están en nuestros recuerdos… y, como no, a todas aquellas que, en la actualidad con gran consideración y entrega desarrollan su trabajo en el anonimato, sin recibir a cambio ninguna prestación.
Tal vez alguna os preguntareis ¿por qué unas, y otras no?... Pues veréis; creo que esas mujeres, han sido, son y fueron verdaderas heroínas del hogar familiar. Gracias a ellas, hoy, sus hijos son lo que son, y serán, porque ellas han estado y están ahí sin desfallecer, alentando la llama del trabajo diario, del sacrificio y del cariño… Ellas son y fueron heroínas de la paz familiar levantándose temprano para que a la vuelta de cada uno que allí conviven, o convivieron, se sintieran tan felices como arropados , y por si fuera poco…a alguna de ellas les ha tocado y les toca vivir momentos tan difíciles como, tener que soportar la ausencia de su ser querido para siempre o bien inclinarse a la situación forzosa de la emigración , y ellas, como si de un fuerte bastión se tratara están y han estado ahí, porque eran sabedoras de que si ellas faltaban no había referencia alguna. Ellas eran las que día a día hacían encaje de bolillos ante la precariedad de su economía familiar para el sustento de cinco o siete hijos y a veces muchos más.
Yo he visto en ellas rasgos de generosidad para con sus vecinas, ellas eran, mujeres abnegadas en la situación que les había tocado vivir, y lo hacía con ¡tanta entrega!... y, ¡con tanta dignidad! Que se sentían protagonistas de sus vidas sin falta de reconocimiento alguno por colectivos que se amparan en defensas ajenas buscando beneficios rápidos de sus egos, o por lo menos a mí me lo parece.
Sus mundos de fantasía e ilusiones estaban lejos… no tenían tiempo para soñar pero, estoy segura, que ellas soñaban con un nuevo amanecer no para ellas, pero si, para sus hijos que no era poco…
Ellas, han marcado nuestras vidas, porque sin ellas, cantidad de generaciones no hubiésemos llegado a donde hemos llegado sin su solidaridad, sin su entrega y sacrificio. Por éso; desde aquí mi más absoluta consideración y admiración hacia aquellas mujeres, tan valientes como heroínas, en tiempos, tan difíciles como de absoluta penuria en algunos casos, y todo, en el más absoluto de los silencios y del anonimato. Va por ellas, y por las que, en la actualidad día a día caminan en el más absoluto de los silencios con sus trabajos sin reconocimiento remunerado, tan sólo, y no es poco, por un te quiero y un hasta luego. Angela

4 comentarios:

Sylvia Reguero dijo...

Gracias y un abrazo,todas tenemos in mente a quien dedicarlo

Baya de Oro dijo...

Totalmente de acuerdo...precioso post...te he dedicado uno...pero el leer el post que dedicaste a un galgo...me hizo recordar esa historía...es muy triste...

Abuela Ciber dijo...

Que precioso sentir y que bellamente entrelazadas las palabras para crear un escrito tan ameno, y de ser leido mas de una vez.
Si me permites te visitare.
Cariños

Mariluz Arregui dijo...

Yo también leo más de una vez tus escritos, Angela.
Suscribo todo lo que dices, y me encantaría decirlo de una forma tan bella como tú lo haces...

Gracias por acordarte de ellas, y gracias por tu generosidad.

Un abrazo