
Estimado Enrique:
Hoy, me es grato rendirte un pequeño tributo de admiración por todo lo que has hecho y haces en favor de los desprotegidos, de los desamparados, de los que no teniendo ni siquiera culpa el albur, les ha rendido cuentas y, no ha tenido ni siquiera piedad de ellos. Me refiero Enrique,- como tú muy bien sabes-, a todos esos camboyanos inocentes que han visto truncadas sus vidas unos, y otros, las malditas minas les han relegado a ser eternos desvalidos. Pero, no Enrique, no están solos. Gracias a ti y a tu fundación “Centro Arrupe” sus caras han vuelto a sonreír, sus ojos tristes han vuelto a brillar y, otros muchos han podido volver a moverse gracias a las sillas de ruedas que tú desde tu altruismo les has ofrecido y les sigues ofreciendo. Tú, les has dado cobijo porque muchos, ni tan siquiera tenían hogar ni familia y, hoy tú, eres el padre de todos ellos. Gracias a ti y otros muchos solidarios con la causa, sabemos que las minas les han perjudicado, les han herido pero, el hombre Enrique; también hiere con su actitud y, lo hace desde la injusticia que comente y lo que es peor y más punzante, incluso las autoridades consienten esa desidia y la fomentan y, lo hacen desde el abandono sin piedad a los que los someten, desde la corrupción consentida y silenciada por quienes no pueden gritar al mundo su situación… Pero, gracias a ti, pueden acceder a la propiedad, a la educación, al trabajo y no, gracias a quienes desde su infamia, consienten el pornoturismo agasanjándoles tan sólo con migajas que no hacen más que fortalecer la miseria y el desprecio por la libertad de ser hombres o mujeres. ¡Qué desprecio siento, estimado Enrique, por esas actitudes sin escrúpulos, por esa falta de valores! Y, que por desgracia hoy, hay quien los ve, como algo que ya no vale, que no importan que están obsoletos.
Desde aquí, hago votos para que, a esta cadena de despiadados tan carente de solidaridad, de justicia, de honradez y de bien hacer, les llegue la cordura de lo que es justo y equitativo para todos porque, tú Enrique, no tienes la solución pero, si tienes tu compromiso y, con eso ya es suficiente. Gracias por tu abnegación y por tu ejemplo.
Hoy, me es grato rendirte un pequeño tributo de admiración por todo lo que has hecho y haces en favor de los desprotegidos, de los desamparados, de los que no teniendo ni siquiera culpa el albur, les ha rendido cuentas y, no ha tenido ni siquiera piedad de ellos. Me refiero Enrique,- como tú muy bien sabes-, a todos esos camboyanos inocentes que han visto truncadas sus vidas unos, y otros, las malditas minas les han relegado a ser eternos desvalidos. Pero, no Enrique, no están solos. Gracias a ti y a tu fundación “Centro Arrupe” sus caras han vuelto a sonreír, sus ojos tristes han vuelto a brillar y, otros muchos han podido volver a moverse gracias a las sillas de ruedas que tú desde tu altruismo les has ofrecido y les sigues ofreciendo. Tú, les has dado cobijo porque muchos, ni tan siquiera tenían hogar ni familia y, hoy tú, eres el padre de todos ellos. Gracias a ti y otros muchos solidarios con la causa, sabemos que las minas les han perjudicado, les han herido pero, el hombre Enrique; también hiere con su actitud y, lo hace desde la injusticia que comente y lo que es peor y más punzante, incluso las autoridades consienten esa desidia y la fomentan y, lo hacen desde el abandono sin piedad a los que los someten, desde la corrupción consentida y silenciada por quienes no pueden gritar al mundo su situación… Pero, gracias a ti, pueden acceder a la propiedad, a la educación, al trabajo y no, gracias a quienes desde su infamia, consienten el pornoturismo agasanjándoles tan sólo con migajas que no hacen más que fortalecer la miseria y el desprecio por la libertad de ser hombres o mujeres. ¡Qué desprecio siento, estimado Enrique, por esas actitudes sin escrúpulos, por esa falta de valores! Y, que por desgracia hoy, hay quien los ve, como algo que ya no vale, que no importan que están obsoletos.
Desde aquí, hago votos para que, a esta cadena de despiadados tan carente de solidaridad, de justicia, de honradez y de bien hacer, les llegue la cordura de lo que es justo y equitativo para todos porque, tú Enrique, no tienes la solución pero, si tienes tu compromiso y, con eso ya es suficiente. Gracias por tu abnegación y por tu ejemplo.
21 comentarios:
No se quien es Enrique, pero sea quien sea merece los elogios si se dedica a lo que dices. Cualquier acto humano merece ser reconocido.
Un abrazo amiga
Gracias por visitar el blog de cuentos y narraciones, tengo otro de poesía y pensamiento: erasequeseera por si deseas verlo.
Hola, Angela...
Enriques, muchos Enriques, necesitamos en este mundo, para que con su abnegada labor luchen por remediar o en algo aliviar tantos sufrimientos de nuestros hermanos, victimas de conflictos inhumanos.
Situación que se vive también en mi querida patria y donde aunque tenemos Enriques, todavía necesitamos muchos más.
Un abrazo.
Lo cierto es que trabajar por quiénes más lo necesitan es increible!! La que sale beneficiada eres tú (o en Enrique en este caso)...porque sales indignado, triste, con nudos en la garganta...(por toda esa ausencia de valores), pero al mismo tiempo se te recompensa, cuando ves las caras de esos niños y niñas...mujeres y hombres y en ellos se despliega una sonrisa.
Gracias por esta entrada y gracias a todos y todas, los y las ENRIQUES de este mundo!!! Y esta vez, en especial a "ese Enrique" que hace esas maravillas con los niños y niñas...(con poco...¡¡qué sería con mucho!!)
Angela, un beso tremendamente grande...y me encanta coincidir contigo, en tantas cosas importantes de la vida.
Es realmente emocionante tu carta, y nos permite conocer la historia de alguien que soluciona problemas con amor y completa dedicación. Así de simple y así de inusual.
Un abrazo
Cuando no se está percibiendo felicidad es muy fácil exportar locura
Minas incluidas
muy merecido, es lindo reconocer a aquellas personas que hacen cosas sin esperar nada a cambio. que ayudan y no esperan ser retribuidos.
es hermosa esta carta, es una caricia para Enrique...de esas que llegan y se sienten.
un abrazo.
Asi como hay tanto egoismo y maldad hay personas que con su generosidad dan tanto por los demás, lo bueno es como tu haces DIFUNDIRLO, besos tía Elsa.
Personas como Enrique son las que necesita este mundo...mi felicitación para el y para las personas como tu amiga ángela que lo reconocen... es así que su trabajo bien vale la pena...
Un beso
Es conmovedora tu carta, dirigida al sacerdote jesuita Enrique Figaredo y a la labor humanitaria que su Centro está desarrollando en Camboya. Me uno a ti y a todos los que han dejado su comentario solidario en tu blog. No puedo, sin embargo, dejar de reflexionar (y, por tanto, indignarme) sobre el uso de la fuerza destructiva, genocida, utilizada por los poderosos del planeta contra pueblos enteros en nombre de “la Libertad, la Patria, la defensa de los Valores Occidentales… y a veces incluso en nombre de un Dios en el que no creen).
No voy a entrar en los motivos concretos de la Guerra de Vietnam, Afganistán, Irak…todos son el mismo: la dominación y la apropiación de los recursos de los invadidos.
A nosotros, los que no aprobamos estas acciones, pero no tenemos fuerza para detenerlas más que de una manera testimonial , sólo nos queda la rabia, la impotencia y el dar las gracias a los que, más valientes que nosotros, ofrecen su tiempo y su vida a poner “tiritas” sobre el inmenso cráter de la herida. Loados sean.
Me parece un reconocimiento muy importante el que le haces a Enrique. Admiro a las personas que se levantan y luchan por defender a los que más protección necesitan. Tú has puesto tu granito de arena con tu agradecimiento y tu labor es la de hacernos llegar la labor de Enrique.
Un abrazo amiga.
Ante tanta generosidad y entrega yo siempre me siento cuestionada,gracias a ti, que con este post nos haces pensar y sentir.Un abrazo
Me alegro de que recuerdes y nos cuentes la labor del centro Arrupe. Es un gran ejemplo que debemos tener presente. Todos podemos hacer algo. Como dice Silvia nos tenemos que sentir cuestionados.
Que suerte que en el mundo siga habiendo gente como Enrique.... son admirables , a ver si aprender algo la iglesia de ellos y empiezan a hacer la labor para la que se supone fue creada....
Gracias por traernos a esas personas que dia a dia y en silencio trabajan por los demás.
Un abrazo J.J.
Al igual que Celia no se quien es Enrique y debe de ser una persona especial para que te inspire a escribir algo como esto.
Besos y abrazos te dejo mi tacita de te con mucho amor y terroncitos de amistad desde mi humilde rinconcito
Veronica Villatoro
Fundadora Internacional
teacupclub@gmail.com
Yo tampoco conozco a Enrique, pero sí tengo referencias del Centro que mencionas y a la extraordinaria labor que lleva a cabo. Me sumo a ese reconocimiento porque es de justicia y es una lección que todos debemos aprender. Quien dedica su juventud, su tiempo, su esfuerzo y también su dinero a objetivos tan encomiables merecen la máxima admiración y reconocimiento. Actúan con gran precariedad de medios y su labor no es reconocida por quienes más tenían que hacerlo, las potencias que miran para otro lado cuando perciben tanta miseria y tanto horror, que sólo personas generosas y desinteresadas son capaces de afrontar. Un abrazo
Siempre me he preguntado por qué este tipo de personas no tienen la cobertura mediática que merecen. Mucho mejor nos iría si se les diera mas publicidad.
Un abrazo.
Más Enriques necesitamos en este mundo...
Un abrazo, Mayu
Gracias, mil gracias a todos los "Enriques" del mundo por estar ahi.
Angela tienes una cosita en mi blog.
Un bico
Tengo un premio para ti. Ya sabes, no es obligatorio, haz como tú quieras.
titanium arts
TATONIC ART CUSTOMING · TATONIC ROCKING T-TATONIC ROCKING T-TATONIC ROCKING T-TATONIC. This unique and original design febcasino is crafted dental implants with 바카라 사이트 the use of ventureberg.com/ sustainable
Publicar un comentario