jueves, 10 de abril de 2008

REAL CAMINO DE LA MESA




Hacía tiempo que en nuestra agenda se leía en una reseña “ Camino Real de la Mesa” lugar donde hacía tiempo queríamos ir, después de que un buen amigo nos lo hubiese recomendado.
La decisión, la tomamos el sábado pasado porque, el día primaveral nos invitaba a ello, aunque una diluida niebla en el horizonte nos hacía sospechar que las panorámicas hacia el Sur no serían tan transparentes como quisiéramos.
Probablemente muchos de vosotros lejos de mi querida Asturias, nunca habréis oído hablar de este maravilloso lugar, porque por desgracia, siempre se ofertan en la información turística los mismos lugares, y os puedo asegurar que para todos aquéllos que os guste la calma, el sosiego, y la naturaleza en todo su esplendor aquí encontraréis lo que buscáis.
La ruta se puede tomar en S. Emiliano capital de la Babia Baja (León) y llega hasta Cabruñana ( Asturias) o viciversa. Este trayecto ya fue aprovechado por las legiones romanas como vía de estrategia militar desde la Astúrica Augusta hoy, Astorga ( León ) hasta Dolia en Belmonte (Asturias) para luego salir al mar.
Mientras caminábamos sin gran esfuerzo, pensábamos como supieron aquellos regios hombres romanos aprovechar la ruta evitando así, el descenso a los profundos valles para luego tener que subirlos, haciendo así más llevadero el tráfico rodado de sus carros o de sus animales. Y, nos imaginábamos a las legiones avanzar por aquellos caminos polvorientos aunque ahora estuviesen cubiertos por un pequeño manto de hierba y de guijarros…
Después de cientos de años transcurridos, ellos hacían la ruta por obligación, y en cambio nosotros, por el placer de encontrarnos con el silencio absoluto de la montaña roto por el repiqueo del ganado por los valles…
El cielo estaba cubierto por una nieblina sutil que dejaba entrever a ratos un cielo azul suave, y a lo lejos, nos era imposible ver el horizonte diáfano y claro rematado por las Ubiñas. Y ¿ sabéis lo que pensaba mientras me abstraía en el silencio ? poder estar allí un día de verano claro, de ésos que aquí, en el norte escasean tanto, pero los hay… Y poder ver desde allí ponerse el sol, detrás de las cumbres que mis ojos pueden ver…. E imaginar el espectáculo de luz y contrastes viendo cerrarse el telón cuando el sol se haya puesto y la noche derrame sobre estos lugares aún vírgenes la ausencia de luz.
…Y seguíamos caminando, ansiosos de seguir viendo por aquella altitud lo que había detrás de cada curva a lo largo del camino, y nos sorprendía la belleza majestuosa de la montaña inclinándose con reverencia a ambos lados del camino, y nosotros seguíamos sus pasos rindiéndonos a su generosidad…
A mitad de camino, pudimos ver como se anunciaba la senda de la escanda, y por ello sabíamos que ya estábamos cerca de la casa donde se hacía un buen pan de leña… Pero, por mucho que caminábamos, no divisábamos nada, para poder intuir que por allí cerca, encontraríamos aquel rico pan del que nuestro amigo nos había hablado.
Lentamente nuestros pies acusaban el cansancio, y decidimos hacer un alto. A lo lejos vimos una señora y le preguntamos por tan apreciado manjar- muy lejos del pan industrializado que solemos comer-. Con gran extrañeza se asombró de vernos, y aún más, de nuestro interés por llegar a la casa del pan ya que aún nos faltaban casi dos Km. Pero llegamos. El lugar era idílico como todo el recorrido que habíamos hecho hasta entonces, y lo que más nos sorprendió fue aquel olor a pan tan penetrante como ansiado… Y allí, sobre un mostrador de madera vieja por los años, ví una barra que olía a una mezcla de mantequilla y canela… Y como ser golosos forma parte de nuestras vidas, decidimos traernos una además del pan. Os puedo asegurar que jamás olvidaré aquel sabor, mezcla de nuez y avellanas con azúcar y canela. El sábado mereció la pena.

11 comentarios:

CarmenS dijo...

El que no se oferte como destino turístico este paraje no es una desgracia, no. Porque así lo podéis disfrutar más quienes lo conoceis y podeis ir al lugar. Los sitios muy conocidos, llenos de gente, no tienen el silencio, la tranquilidad que les son propios y acudir a ellos pierde parte del encanto.
De todos modos, vives en una región maravillosa.
Desde un lugar menos idílico, un saludo afectuoso

Sylvia Reguero dijo...

Me ha gustado esta caminata; guiada por tu pluma y he degustado ese rico pan.Otra vez más gracias .

Javier dijo...

No conozco mucho de Asturias, pero con tus descripciones ya he estado en otro lugar más.

Un abrazo

Abuela Ciber dijo...

No se que palabras emplear pra pedir disculpas, pero tenia dos preciosas Angela en mi blog, y sin querer me confundi.
Te dire que cuando deje los premios a los Amig@s, espero que pases porque te considero Amiga, encontraba que algo me faltaba, se me habia perdido alguien decia yo, bueno querida Angela de la hermosa España, eras tu.
Ves se pudo arreglar el entuero y tu eres para mi Angela de España!!!
Recibe mi cariño junto con los dos regalitos.

Mariluz Arregui dijo...

Angela, hoy es domingo por la mañana.No he podido leerte antes, la semana ha sido intensa, pero me alegro de que haya sido así, porque hoy tu relato ha sido un regalo que he podido saborear más, sobre todo más tranquila. Es una delicia leerte, por lo que nos cuentas, y por cómo nos llevas allí.Yo tampoco conocía ese lugar, pero gracias a ti, es como si ya fuera también un poco mío. Un millón de gracias...
No sabes cuánto me gustaría poder darte un abrazo en vivo , un día de estos. Ojalá pueda ser , sin tardar mucho tiempo, quién sabe...
Mientras tanto, te sigo enviando uno virtual, pero igual de sincero.

Marcelo dijo...

Hola Angela! He conocido tu blog gracias a la sugerencia de Mari Carmen, y en verdad gusto mucho de sus relatos, porque mi madre es andaluza y mi padre hijo de asturiano. Como aún no conozco España, leer vuestros relatos me produce la dulce sensación de conocer esos lugares, por los relatos tantas veces escuchados en casa. Seguiré con atención todo lo que escribas, porque sé que no tardará mucho en llegar el momento de conocer las dos ciudades que tanto ansío: Gijón y Málaga. Por cierto, estaba buscando datos de un caserío llamado "La Comba" lo conoces?
Un saludo

Tawaki dijo...

Tiene pinta de ser un lugar cómodo para caminar. ¿Tiene mucho desnivel? ¿De cuántos kilómetros se trata? A mí me gusta caminar, así que me lo apunto para cuando decida volver por la zona.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Y valió la pena leerte y compartir el camino.

Aleteos!

Anónimo dijo...

Mira si de por si el paisaje es bello,de la forma en que lo describes, te aseguro que me has dado muchisimas ganas de conocer este lugar,cuanta belleza y paz .que bonito.
Gracias Angela querida por tus visitas a mi blog,tus palabras me hacen bien.Vengo adejarte un saludito con mucho cariño.

Marcelo dijo...

Ya he puesto a mi padre a recordar más datos de La Comba...Me dice que no debe estar muy lejos de Gijón...Gracias Angela!!
Un saludo

Unknown dijo...

Estimada Angela, una vez leido tu relato, el cual me ha hecho revivir esas sensaciones maravillosas,las cuales tan estupendamente describes sobre el Camino Real ó Calzada Romana del Puerto de la Mesa, tengo el honor de invitarte a que visites nuestra página y espero que en un futuro tenga el placer de conocerte personalmente. Enhorabuena www.caminrealdelamesa.com