lunes, 31 de marzo de 2008

VIAJANDO POR EL NORTE....





Aún, no he tenido la oportunidad de decirte que, viajar es una de mis prioridades por muchas razones, pero la esencial, es porque me enriquece como persona, me da alas para ver, para comparar, para meditar y para valorar los distintos paisajes que a lo largo del camino voy sorteando.
Este invierno he tenido la oportunidad de viajar hasta Bilbao y la aproveché. El viaje requería madrugar y a las siete ya estábamos en ruta. A esas horas, como sabéis, la noche se va desperezando para dar paso al día y, lo hace lentamente y sin prisa…
El tráfico era denso y rápido en el triángulo Avilés, Oviedo, Gijón y, a partir de aquí, se iba tranquilizando lentamente anunciándonos un paisaje sosegado y casi hipnótico entre las primeras luces del alba. Y a lo lejos, en el horizonte, se va dibujando caprichosamente la grandiosidad de los Picos de Europa, con sus agrestes paredes envueltas en la bruma suave del norte. Hoy, no voy a hablaros de los Picos de Europa, pero si deciros a título de pequeña información, que se llaman así, porque desde el mar, lo primero que se ve desde esta latitud son ellos; ¡ ostentosos, majestuosos! y a la vez, erguidos con terca solemnidad entre Asturias y Cantabria formando la Cordillera Cantábrica que nos separa de Castilla. Y por lo tanto
para el navegante, la primera referencia de avistar tierra europea viniendo de ultramar. Una vez que se llega a Unquera límite entre Asturias y Cantabria el paisaje montañoso se hace mucho más suave por la acción de las rocas calizas más proclives a la erosión del viento y la lluvia aunque, a decir verdad, el relieve kárstico ya empieza a dibujarse en el municipio de Llanes ( Asturias).
A la vista del viajero ,Cantabria me parece que se abre como un libro y, a medida que se avanza, se va pasando de hoja, y en cada una de ellas, leemos como los campos aún verdes y que en otras épocas sirvieron de policultivo hoy, sólo se dedican a praderías, el ganado vacuno da paso poco a poco al lanar por imperativos burocráticos…. Y de cuando en cuando, se ve alguna casita abandonada y pienso ¡ Cuántas ilusiones se habrán quebrado entre estas paredes de piedra envueltas hoy por la vegetación exuberante…! Puedo suponer y esto lo admito, que sus dueños se hayan marchado a mejor lugar para mejorar sus economías y las de sus hijos …pero lo que me cuesta mucho aceptar es que, les hayan arrancado de sus raíces sin piedad para un bien común, y luego, las obras se olviden en beneficio de quien sabe quien, aunque si lo sé, prefiero omitirlo…A veces, no comprendo como se truncan las vidas de los más débiles amparándose en el bien de los demás…Sé, que el progreso es necesario pero no a costa del débil . A medida que nos acercamos a Torrelavega el paisaje de campo va cediendo paso a pequeñas urbanizaciones y decidimos alejarnos de la autopista para coger la nacional Bilbao Palencia sabedores de que sería más lento ,- evitando así el nudo Torrelavega Astillero- y porque así, tampoco renunciábamos a ver los distintos pueblecitos que, a uno y al otro lado de la carretera nos íbamos encontrando ¡con sus rasgos de vida popular y peculiar a la vez…!
Después de pasar Solares allá, en el horizonte brumoso y plomizo, se ven despuntar los primeros accidentes topográficos de la costa, cortados por la espuma blanca del mar embravecido y, perfilados por las absurdas construcciones en altura que los nuevos tiempos nos van demandando y que, algún día, las generaciones venideras nos apuntarán con el dedo inquisidor por consentir y complacer permisos urbanísticos desproporcionados rindiéndonos al beneficio rápido. Sé, que algunas economías se sustenta en base al sector turístico pero éste, no puede ser desproporcionado con la realidad paisajística … o por lo menos a mí me lo parece.
Dejamos Cantabria y nos adentramos en el país Vasco ¡Qué distintos enfoques para llegar a una y a otra comunidad… Sin dudar, preferimos la calma y el sosiego de la patria chica de José Mª Pereda…
A la vuelta, convenimos comer en Castro. La tarde era clara, con un tibio sol de invierno, y como suele ocurrir en el mes de febrero, el frío invita a comer calentito en el casco antiguo marinero…Cuando terminamos, decidimos dar un corto paseo- porque nuestro deseo era visitar Comillas – y como siempre suele ocurrir, a esas horas y en el invierno, el pueblo dormitaba plácido… Sólo el ruido de las gaviotas nos acompañaba… y Castro seguía allí, mirando al mar, como esperando al amado que volviera de su viaje…¡ Cuántas historias guarda esa fachada marítima…! E imagino la cantidad de anhelos e ilusiones que se habrán fraguado detrás de esos cristales… El tiempo se nos echaba encima y debíamos partir… Nuestro paseo por Comillas lo dejo para una próxima entrada.

miércoles, 26 de marzo de 2008

...Y POR FIN LLEGARON LAS VACACIONES


...Y por fin, llegaron las vacaciones de semana santa. Han sido tan deseadas, como aprovechadas para, romper con la rutina diaria, y mecerme en la complacencia de dejar a un lado lo cotidiano, el hábito de hacer siempre lo mismo que, ya se me hacía apático e incluso un poco insoportable… ¡Tenía tantas ganas de que llegaran estos días! Que, he aprovechado cada momento para ver que lo habitual, también es vivir, pero más aprisa, y más… Por eso, he decidido que, este trimestre no debe fagocitarme mis ganas de hacer lo que día a día haya establecido. Tengo, y así lo haré, que embriagarme de ilusiones nuevas para abrir nuevos proyectos aunque luego el tiempo me marque hasta donde puedo llegar… Será él, quien me señale con su dedo inquisidor, y me diga hasta aquí puedes… Y yo, no voy a rebelarme porque sé, que quien puede en esta lucha no soy yo… Giraré la cabeza y pensaré que allá en la montaña las horas parecen más lentas pero el reloj marca lo mismo que aquí… ¿ Por qué?... porque allí, también llegó la primavera y, podré recordar aquellas laderas de esmeralda salpicadas por cerezos silvestres en flor como destellos de luz blanca para hacerlas si cabe más esplendorosas…
Recordaré el frío y fuerte viento del norte como golpeaba en mis ventanas y, ver como mi viejo álamo blanco se balanceaba resistiendo con aplomo los impulsos enojados del vendaval acompañado de granizo.
Y, mis papilas recordaran el sabor del chocolate recién hecho acompañado de un trozo de mantecado… y, mis manos anhelarán el calor de la chimenea y la calefacción de madera de roble… ¡ Hacía tanto tiempo que no veía y contemplaba estas inclemencias! que incluso, me parecieron hermosas… ¿ Por qué lo que antes me parecía cotidiano y repetitivo ahora me es tan grato…?
Reflexiono, y me doy cuenta de que vivimos tan aprisa que, ni siquiera tenemos tiempo para ver lo cotidiano… Y, estas vacaciones – viendo un mar tan embravecido como bello- me he propuesto vivir intensamente cada día, abrazando lo cotidiano con lo preferente, lo dinámico con la destreza y lo conveniente con lo adecuado.
Espero, y también deseo, que vosotros también hayaís encontrado ese remanso de tranquilidad que de cuando en cuando nos hace falta para ver sin cegarnos que, lo cotidiano no tiene porque dejar de ser tan bello como útil. ¡ Féliz encuentro!

martes, 11 de marzo de 2008

¡FELIZ VIAJE! CALA


Hace tan sólo unos días, he vuelto a leer la barbarie que comenten con vosotros, sí, con vosotros, los más indefensos. Esta vez te toco a ti Cala pero, pudo haber sido otro, un lince, un lobo o cualquier otro… éso, no importa.
No llego, ni llegaré nunca a comprender, porque el hombre infringe la ley de manera tan certera hacia el objetivo fácil, más débil, e incluso más indefenso… Su actitud, me parece tan vil como infame y despreciable… Quienes utilizan cepos saben muy bien que desde 1985 la ley se lo prohíbe. Saben, que el cepo, no mata inmediatamente, os captura, y vosotros, para libraros del dolor insoportable os esforzáis por caminar sumergidos en la impotencia de libraros de lo que os oprime, llegando incluso a morderos la pata, sin daros cuenta, de que no es ella, la que os produce el dolor. Es el maldito cepo, que un hombre sin piedad , lo puso con certera maña…
¡Queridísima Cala!; primero te han abandonado – como si tu destino ya estuviera premeditado- cuando te cobijaron en su casa, y luego, y por si fuera poco, el albur no estuvo de tu parte, caíste en la más vil de las trampas prohibidas “el cepo” . Con gran arrojo has caminado durante 5 días hasta que un buen hombre de Ubeda – porque los hay Cala- te vió y llamó a FELICAN esta protectora a la guardia civil y esta cadena terminó felizmente amputándote la pata delantera sabedor el veterinario de la grave infección que padecías…
Cala; jamás estaré ni estuve al lado del que usa el engaño y la debilidad del contrario para conseguir un fin y, en el caso de las atrocidades que cometen con vosotros, menos. Y ¿ sabes por qué?... Porque vosotros acarreáis la mayor de las debilidades, no conocéis las armas que pueden destruir a quienes se erigen como vuestros enemigos, ni falta que os hacen…¡ Qué viles y cobardes son aquellos que se aprovechan de tal indefensión…!
Por éso, no me cansaré de censurar las malas artes de quienes sin ningún tipo de escrúpulos, se engrandecen de usar torturas desgarradoras contra los que un día les servisteis sin condiciones.
¡Cala!; tú representas a miles y miles de indefensos… Tú, eres la abanderada de quienes te ayudaron, y lo agradeces, y te vuelcas en correspondencias…
¡Cala!; no creo que sea más inteligente el que es más despiadado… Todo lo contrario, en cambio si creo que es más vil, porque coarta vuestra libertad con el peor de los engaños prohibidos el cepo.
¡Ay Cala! ; que lejos estoy de poder entender a esos hombres que son capaces de destruir sin ningún tipo de escrúpulos tu libertad y el cariño que te merecías… De todos los que desprecian también la autarquía del lobo, del oso, o del lince entre otros… porque ellos tienen su espacio en libertad y el hombre debe tener su sitio en armonía…
Cala, estoy segura de que en tu nuevo destino, que es Francia, vas a encontrar la felicidad y el cariño que aquí algunos no supieron darte. ¡ Féliz viaje amiga!

miércoles, 5 de marzo de 2008

ALLI QUISE SER MAYOR


Hoy; he empaquetado algunas cosas que hace tiempo guardé en el armario para subirlas al trastero, y al abrir la puerta, me vino a la memoria el desván de casa de mis padres.
Sí; aquel desván, donde yo había jugado¡ tantas y tantas veces!… Donde, revolvía y rebuscaba los abalorios color ámbar intenso de los collares de mi abuela que, cuidadosamente guardaba en una caja de cartón por si algún día le servían para algo… También recuerdo, un pequeño collar de perlas falsas, que siempre me ponía al cuello. y que me tocaba y retocaba para asentarlo en aquella blusa de lorzas que mi madre planchaba con tanto esmero, y una vez colocado, me miraba en un espejo estropeado por el paso del tiempo. Por entonces, yo no comprendía muy bien porque aquel collar que ya no utilizaba, era, un bien tan preciado por ella…Con el paso del tiempo me dí cuenta que aquellos sentimientos tan bien guardados formaban parte de la historia de su primer amor .¡ Cuánto daría yo por poder darle en aquel mismo instante, un beso de ternura en su frente tan cansada por el peso de los años…y que tantos y tantos recuerdos guardaba....!
Mis ilusiones, una vez en el desván, no terminaban con ponerme sólo los collares. Lo que de verdad me divertía, era abrir los baúles de cartón reforzados con hierros pintados de negro , y sacar los vestidos de mi abuela y de mi madre que ya no utilizaban, y ponérmelos una y otra vez aunque me arrastraran... y jugar a ser mayor…Imaginarme un mundo adulto tan idealizado como querido por éso de la libertad… Y, a través de los años, me dí cuenta, de que la libertad como tal, es muy difícil de alcanzar, porque siempre hay algo que nos ata , y se agarra ¡tan fuerte! a nosotros que termina siendo obligación y deber a la vez. Por eso, subir al trastero ya no es lo mismo para mí ... ya no puedo jugar... ahora me toca ser mayor...
Tan emocionante como probarme los vestidos era, calzarme los zapatos de los mayores, jamás podré olvidar aquellos zapatos ¡tan bonitos! que tenía mi madre de media cuña abiertos por atrás de piel vuelta negra y adornados con un lazo de terciopelo negro. ¡ cuántas veces los abré puesto ¡…Con ellos caminaba, me retorcía, caía y me levantaba una y otra vez….jugando a ser mayor, y con ellos puestos, buscaba en el baúl el bolso de mi abuela que tanto trabajo me costaba abrir, pero lo intentaba una y otra vez, con todas mis fuerzas, porque sabía que allí, había un pequeño espejito redondo y opaco por el paso del tiempo y en él, me miraba, y me acicalaba los pómulos con una vieja polvera de Myrurgia creo recordar…
Cuando me cansaba de ser mayor; buscaba en el pequeño baúl de dibujos adamascados, las revistas con figurines de la moda de entonces y me imaginaba así de mayor…Y, ¡qué lejos de la realidad! . La moda de mi época fue muy distinta, acudía a la facultad con botas camperas y vestidos indios, de vaqueros, y con chaquetas grandotas importadas de Mejico. Quiero creer que, como toda jovencita, por áquello de reafirmar la personalidad, fui también inconformista a sabiendas de que a mi madre le desagradaba mi indumentaria…Y así, sin darme cuenta, aquel lugar hoy, casi me parece mágico y, sabeís ¿por qué? porque allí duermen las realidades de dos generaciones y allí fue, donde yo acuné los sueños de la mía.