domingo, 29 de noviembre de 2009

SE, QUE ES MUY FUERTE PARA TÍ QUERIDA JULIA.

Querida Julia:
La última vez que estuvimos juntas fue a primeros de setiembre. Tomamos como siempre unos refrescos en mi casa y, hablamos de nuestro pasado y de nuestro presente olvidándonos, de nuestros planes futuros porque tú me decías repetidamente que, no podías apurar el tiempo porque tenías que vivir cada minuto, con toda intensidad la vida y, éso, para tí, era suficiente.
Te he notado cansada y, no es para menos... Luís no merece a su edad que de repente vaya perdiendo su identidad, su pasado y sus referencias vividas porque aún, es muy joven.
Siempre me acordaré la primera vez que os visitamos en vuestra casa de campo, muy cerca de la nuestra. El, estaba orgulloso de ella y, cuidaba el jardín para que tú te sintieras feliz con tus flores y tus magnolios.... Aquella primera vez, recuerdo que, merendamos un delicioso bizcocho de manzana y unos pastelitos que tú, habías hecho para nosotros... Y, a su vez Luís se sentía orgulloso de tí, y de la fabulosa familia de nueve hijos, todos diferentes me decía, pero con los mismos valores cristianos que los abuelos os habían transmitido. Siempre os recuerdo como el bastión de esa familia tradicional convencida de que lo importante son los valores adquiridos.
Ahora querida Julia, gracias a tus principios y convicciones, vives con fuerza y abnegación la situación tan despiadada que la vida le ha dado tan temprano a Luis, desgarrándole lentamente la memoria, confundiendo sus ideas y, su pasado con su presente hasta olvidarse en ocasiones de su identidad...
Recuerdo querida Julia cómo, con lágrimas en los ojos, me decías que Luís te preguntaba, -porque ya no se acuerda- ¿dónde os habíais conocido? y, ¿cuántos años hacía que vivíais juntos...? Imagino Julia, el desgarro que has sufrido en tu corazón para recomponerte y ser lo suficientemente fuerte para contárselo como sólo tú sabes hacerlo.
Julia, te admiro por tu coraje y, por seguir al pie del cañon como si la vida para tí, no fuera difícil y cruel...Tú, querida Julia tienes que llevar el timón y seguir el norte que te has marcado para que Luis no se dé cuenta de la tristeza que te embarga...
Sabes que pido por él y por tí, para que te sientas fuerte y afrontes cada día ese camino pedregoso que te ha tocado vivir y, que no te es fácil... Sólo tu valentía y fuerza es capaz desde el amor que sientes por Luis afrontarlo y seguir, seguir hasta el final... Un fuerte abrazo para los dos querida amiga.

viernes, 20 de noviembre de 2009

HOY, QUIERO ESTAR A TU LADO


Especialmente hoy, quiero estar a tu lado porque es muy posible que, desde donde estás trabajando, ignores que es el día internacional de la infancia y no sepas, porque nadie te lo ha dicho, que tus derechos como niño, te han sido robados por desaprensivos que, desde sus despachos burocráticos, miran para otro lado cuando ven la realidad cruel y despiadada que te ha tocado vivir negándose hacer algo por tí. Probablemente no comprendas el significado de la burocracia, ni lo que se hace en esos despachos porque, por saber, y éso si es esencial para tí, no sabes ni tan siquiera leer y, desde la ignorancia y la pobreza en la que vives, no te das cuenta de que tienes derecho a una infancia digna.
Te han hurtado tu inocencia, de la manera más cruel y depredadora obligándote a trabajar por un mísero salario y así, despejan el problema liberándose de solventar la injusticia que comenten contigo. No les importa que tú, desde tus escasas fuerzas, realices un trabajo durante una agotadora y dura jornada laboral y, casi siempre, con alto riesgo para tu frágil cuerpo de niño. soportas jornadas de trabajo bajo fuertes inclemencias climatológicas llegando hasta el agotamiento físico portando incluso grandes pesos sobre tu débil masa ósea y, con la madurez que te caracteriza, te ves obligado a continuar viendo las necesidades perentorias de tu familia.
También, las redes de tráfico sexual te utilizan sin escrúpulo alguno, y violan tu inocencia amparándose en tu lozanía y frescura y eso, además de parecerme ingrato, me enerva. Tampoco me olvido de tu mirada triste y afligida por la hambruna cuando tus ojos tenían que irradiar luz y felicidad….
Ni tú, ni tu familia tenéis la culpa de vivir en esos lugares del planeta donde, la minoría poderosa os trata tan injustamente sintiéndose incluso incapaz, de dar a cada uno de vosotros, las ayudas eficaces que os corresponden y, ¿sabes por qué? porque ante todo sienten la necesidad de que su eficacia económica esté por encima de la comprensión y consuelo que necesitáis.
Por esto y mucho más, me uno a todos los niños del mundo que atraviesan por esas circunstancias y hago votos para que un 20 de noviembre no lejano podamos celebrar que se erradicó la indignidad infantil y que aún hoy, vive con vosotros.

jueves, 12 de noviembre de 2009

QUERIDO NOVIEMBRE




Querido noviembre; Te sientes sabedor de que arrastras el destino de ser el penúltimo de tus hermanos y, por ello, sientes el cansancio propio que te confiere el tiempo transcurrido a lo largo de casi 365 días. Te noto cómo si te pesara demasiado el bagaje que tienes que transportar en tu maleta y, caminas lento, pero con la placidez que te dan los días vividos y las experiencias acumuladas.
Sé; que te gustaría que te recordara como el mes más voluptuoso, al estilo de mayo pero no es posible porque él, es el quinto y se manifiesta con todo su esplendor y juventud al igual que el mes seis, junio.
Quiero que asumas que tus días a pesar de ser cortos, no son menos estimulantes… ¿ Sabes por qué? porque tienes querido noviembre el don, de tener la luz del atardecer más apacible y tenue de todos y, si no es así, a mí me lo parece.
Brindas a quienes te admiramos, la calidez de tus tardes lentas y sutiles en busca de los recuerdos vividos en lontananza provocando que los reviva de nuevo mientras escucho la melodiosa música de Enya. ¿ Ves cómo la paz que dan tus días te sirven para algo?.
Ellos tampoco me ofrecen el placer de caminar sobre las hojas marchitas de los árboles
cuando cruzo el parque recordándome que, el ciclo vital tiene un principio y un fin.
Tampoco pueden deleitarme como tú lo haces, con la paleta de ocres y marrones que me regalas cuando paseo por el campo ensalzando aún más la belleza de una tarde serena en plena naturaleza.
Por todo ello, déjame que me asombre de tu sencillez plena y auténtica, de tu generosidad, de tu saber estar en el lugar que te toca. Déjame querido noviembre admirar el prodigio que me das a cambio de tu caminar lento y sosegado agotándose esta tarde.

viernes, 6 de noviembre de 2009

...Y ¿ POR QUE ME CUESTIONO TANTAS INCERTIDUMBRES?

Llevo unos días que no paso a visitar vuestros blogs, como acostumbro porque el tiempo, me pone límites a todo, y eso, que trato de que no me domine como él quiere y pretende. Me impongo a él, como esa quinceañera que se resiste a que le coarten su libertad y sus decisiones. Ella, no se da cuenta de qué quien le exige cordura está ayudándola a encontrarse a si misma, entre sus vacilacioes y sus incertidumbres.En cambio yo, que ya estoy en la etapa de mi madurez no debería de sentir dudas en algunas de las situaciones que me brinda la vida y, sin embargo lo hago. Y, ¿ por qué las cuestiono?. Veréis; lo hago, desde la desconfianza y desde la ignorancia que supone enfrentarse a lo desconocido y no encontrar de inmediato la solución adecuada para dar el paso certero y seguir adelante....
Somos mi experiencia y yo, las que debemos decidir y caminar juntas sin titubeos. Nunca he comprendido, aunque lo entiendo, porque los adultos debemos desprendernos con heroismo de nuestra infancia para entrar en el mundo de la madurez como si esta fuera el santa santorum del equilibrio... Y, ¿ Por qué no lo comprendo?; no lo comprendo, porque muchas veces siento la necesidad de preguntarle a ese adulto racional con reservas porque tiene ese interés tan mediocre , de portarse injustamente con sus semejantes amparándose en cualquier disculpa y le abandona ante la indiferencia de los demás. ¿ Por qué es más importante la apariencia, al valor de ser uno mismo?... Y, sigo preguntándome; ¿ por qué intentamos abrir cicatrices cuando estas ya estaban cerradas...? ¡Hay tantos porques que ahora me cuestiono! Y, entre tantos, me pregunto de nuevo ¿ por qué no conjugamos en primera, segunda y tercera persona e incluso en los plurales, los verbos comprender, amar, perdonar y apoyar....?.
Probablemente, el otoño me ayude a cuestionar mis propias dudas, echando de menos aquella mano amiga que tantas veces me ayudó a disipar lo que para mí era imposible... Sé, que estas cuestiones planteadas por mí, no tienen soluciones inmediatas... Por éso seguiré afianzándome en los valores que me han inculcado aunque, muchas veces sienta la necesidad de ser adolescente para volver a sentir la capacidad de asombrarme en busca de la esperanza.