Hoy, Angela se ha portado bien, y me deja ser protagonista. Ella, sabe que me gusta el coqueteo con los humanos aunque a veces, me pongo esquivo con alguno de sus amigos porque intentan achucharme más de la cuenta amparándose en que soy mullidito y, no se dan cuenta de que, los gatos tenemos nuestro espacio y nosotros decidimos sobre él. No nos gusta que nos coarten nuestra libertad, por eso, tenemos fama de individualistas y no creo que lo seamos no, es que tenemos nuestro momento para dar y recibir.
Estos días Angela anda un poco liada con compromisos familiares y no tiene tiempo para visitaros como ella acostumbra pero, espero que pronto pueda hacerlo. Sé, que pronto hará las maletas para regresar pero, al igual que a mí, le gustaría quedarse más tiempo.
Este año he aprendido a ser pacífico y, he conseguido que me lleven al jardín cuando comen y me dejan sentarme en una silla junto a ellos. Esta simbiosis se traduce en que he podido oler los mil olores que mi pituitaria apreciaba cuando soplaba un poco de vientecillo . He podido apreciar la corta libertad que tienen las mariposas por aquello de que su ciclo vital es más corto que el mío. He observado atentamente libar las abejas en las flores de lavanda que Angela cortará un día de estos. Me entretuve ver moverse las ramas de los árboles cuando hay viento y me dí cuenta de que ellos tienen menos libertad que yo.
También he podido observar que pronto llegará el otoño y, ¿sabéis por qué ? Porque las flores de las hortensias se van tornando color verde claro y las hojas van quedando amarillas para terminar cayendo sobre el campo seco.
Poco a poco voy notando como las tardes se van acortando y las noches se hacen más largas .
Todas estas sensaciones, que los humanos pensáis que nos pasan desapercibidas nosotros, a nuestra manera, las apreciamos y las recordamos cuando por el invierno dormitamos placidamente sobre un sillón y nuestra vista sólo alcanza el edificio de enfrente . Y, aunque no nos creáis, nuestros recuerdos pervivirán a lo largo del año esperando la llegada del siguiente verano, porque al fin y al cabo no somos tan distintos somos diferentes. Por eso os deseo un feliz retorno y a los que aún no os habéis ido os deseo que vuestra vuelta venga repleta de buenos recuerdos.
Os saluda Cottón