POR SER MUJER
Es probable que mis
apreciaciones por la celebración del 8 de marzo no sean políticamente correctas
para algunos, porque nunca, me han gustado las fechas impuestas desde
eufemismos baratos y preestablecidos a la causa que se pretende. Y lo digo,
desde mi convicción, porque considero que se ejerce de mujer, todos
los días del año. Al igual que tampoco, he sobrellevado con afecto, el adjetivo
que se nos dio de débiles porque nunca, un calificativo estuvo tan lejos de la
realidad, pese, a quienes pese…
Por estas razones y,
desde mi condición cómo mujer reivindico adquirir por parte de TODOS
comportamientos que favorezcan “la convivencia mutua”, donde se aúnen vínculos
de compresión mutua, de afecto sincero y solidario y jamás, egoísta por ninguna
de las partes. Reivindico estas consideraciones porque creo que estas formas de
convivencia, han sido mal interpretadas e incluso, me atrevo a decir,
trivializadas por un falso feminismo donde lo único que se ambiciona es el yo, mi, me, conmigo…Por eso,
no cejaré de reivindicar compromisos mutuos donde no se denigre en la vida, ni el
trabajo, ni la dignidad del contrario, al igual que las obligaciones adquiridas sumen y no resten ni derechos ni deberes.
Tampoco voy a ensalzar
en este día, las reivindicaciones del “ feminismo belicoso” porque creo que no
se anhela la promoción de la mujer por su esfuerzo intelectual y personal.
Sin embargo, si voy a
reivindicar desde aquí, “un
feminismo humanista” para que la mujer pueda ejercer su profesión con la misma
dignidad y progresión que el hombre y no, por designación digital.
También ensalzaré “la equidad” para ser compartida en su justa
medida porque tanto el hombre, cómo la mujer, debemos aunar y equilibrar
fuerzas en aras, de una sociedad más justa y más objetiva para vivir en
progresión y armonía. Al mismo tiempo que anhelo “una legislación” acorde con los tiempos que
nos ha tocado vivir.
No quisiera terminar mis
apreciaciones , sin antes rendir mi
tributo de admiración y respeto a todas las mujeres que nos han precedido y que,
gracias a su trabajo anónimo, abnegado y reivindicativo nos han legado derechos
que ellas, no han tenido pero que la historia si, les ha reconocido cómo logros
para que la humanidad sea más justa. Desde aquí, toda mi gratitud.