martes, 29 de julio de 2008

RECUERDOS EN AZUL



Después de unos días un poco distintos hoy, me siento tranquila en mi lugar preferido de esta casa tan querida para mí. ¿ Por qué querida?…Porque ella, guarda multitud de recuerdos de mi infancia, de mis aventuras por estos campos hoy verdes y que, por entonces, eran tierras de labor, de cantidad de gentes que ya no están, se han marchado para siempre y, que de todas ellas, guardo gratos recuerdos cuando trabajaban estos campos hoy vacíos y que por entonces eran bulliciosos….
Soy consciente de que los cambios económicos traen consigo estructuras diferentes de vida en medios rurales próximos a las grandes ciudades comunicadas por autovías pero, ¡ me cuesta tanto ver la soledad de estos campos comparándola con el bullicio de hace 20 años!…Antes, nos conocíamos casi todos hoy, casi nadie, mi pueblo se ha rendido a ser segunda residencia y, los que volvemos, nos cuesta aclimatarnos a los nuevos estilos de vida al pasear por sus caminos. No dudo de que las condiciones de vida son mejores que las de antes pero, lo que me deja dudas es ver que al ser distintas, también son más individualistas y, esto es lo que más me duele y añoro de entonces.
Desde esta ventana que mira al norte, veo la casa de mi abuelo cerrada y me viene a la memoria mi niñez. ¡ Qué recuerdos tan entrañables guardo de aquellos domingos cuando me daban permiso para comer en su casa . Recuerdo, aquellos guisos de carne con patatas amarillas, como yo las llamaba, hacia mi tía y,- mi madre también- pero, la aventura de salir hasta allí, era un logro consumado para fortalecer mis ansias de aventura y, ¡ qué voy a deciros de aquel flan redondo amarillo y color caramelo…!
Recuerdo, la mesa de la cocina siempre pintada de azul, con mantel de cuadros azules y blancos. El basar, también de azul, donde mi tía guardaba la vajilla blanca, sobre una tela blanca con diversos motivos de cafeteras, tazas y cestitas de flores que ella bordaba.
Cuando terminábamos de comer mi abuelo me sentaba en sus piernas grandotas - o por lo menos a mi me lo parecía- y, me contaba aventuras de cuando era joven, de cuando tocaba el clarinete, de cuando diseñaba los jardines…. ¡De tantas y tantas cosas…!
Yo, que por entonces, era muy curiosona me quedaba mirando extasiada sus viejos ojos azul intenso y le preguntaba con cierta ingenuidad ¿por qué yo, no podía tener su color?, mi papá también los tenía como él le decía . Jamás me contestaba el porque, ya que para él, las leyes de Mendel no existían.
A veces, me ponía discos en el gramófono pero, mi corta edad no entendía de boleros ni de tangos…
Sigo mirando la casa y me pregunto ¿ Por qué esta tarde de cielo azul intenso me traen estos recuerdos?…Probablemente y sin yo quererlo, este cielo azul intenso tenga mucho que ver con mis recuerdos infantiles donde el color azul siempre estuvo presente.

jueves, 24 de julio de 2008

POR FIN YA PUEDO ESTAR CON VOSOTR@S


Desde aquí, y con la tranquilidad que me ofrece mi refugio de verano poquito a poco os iré contando mis vivencias, mis sensaciones, mis recuerdos infantiles y mis pareceres sobre un pueblo que si yo lo he vivido antaño como agrícola hoy, está dedicado a segunda residencia muy lejos de lo que a mí me gustaría ....Tampoco están ya todas aquellas gentes que habitaban estas casas, que trabajaban estos campos y que por cualquiera de los caminos te ibas encontrando.

La realidad es otra y los tiempos distintos. Por éso, me refugio durante mis paseos en los recuerdos que guardo de mi niñez, los acuno, los mimo y los hago míos para volver a vivirlos y, lo hago, desde una realidad muy diferenta a la de entonces pero, os aseguro que tan intensa como emotiva. Y, tan pronto como ronde en mi espíritu la melancolía de mi viaje a Francia os iré poniendo retazos de unos días vividos con tanta intensidad como vivo éstos aquí.
Os deseo a todos que donde quiera que estéis disfrutéis de lo mucho y bello que nos ofrece la vida y, que creo sin lugar a dudas que están cerca muy cerca de nosotros . Sólo hay que intertarlo .