
Posiblemente muchos -entre los que me incluyo- hemos compaginado los obstáculos con buenos y estupendos momentos cuando lejos de las obligaciones diarias nos perdimos por nuevos y desconocidos paisajes en busca de nuevas referencias….
También, algunos habremos despertado al calor de nuevos amigos que a lo largo de tu trayecto nos fuimos encontrando. En ellos, hemos descubierto que, por mucho que se empeñen en anestesiar los valores esenciales, las personas de bien, resisten con aplomo los envites de una cultura hedonista, vacía y caprichosa que, además de no darnos satisfacciones, no nos gratifica, e intenta por todos los medios, mitigarnos el coraje que nos supone ponerle cara….
Y, cómo no, al llegar al final de tus días much@s echarem@s de menos, como siempre, el vacío que nos han dejado nuestros seres queridos a sabiendas de que ya han llegado a su destino. En cambio otr@s verán en los rostros de sus neófitos que la vida se perpetúa gracias a la gran familia que conforma la unidad del progreso.
Por éstas, y por otras muchas razones , el día 31 te despediremos con la misma ilusión que hemos hecho cuando llegaste y, asumiendo que, gracias a tí, habremos terminado un capítulo más de nuestra vida y comenzaremos otro nuevo, entregándole al 2010, nuestra caja repleta de esperanza.